Estrenamos nuevo año, nuevos retos y objetivos y hoy queremos compartir nuestra hoja de ruta en formación: la clave del crecimiento personal y organizacional. Nuestra misión como profesionales de la gestión del talento y las personas es que éstas estén totalmente alineadas y comprometidas; en definitiva, que su desempeño sea excelente. Para ello, debemos facilitarles y dotarles de las herramientas necesarias que permitan obtener beneficios personales, empresariales y de equipo, sin olvidar que “las personas” son lo importante.
Todos somos conscientes de la importancia de la formación, de desarrollar a nuestros equipos para que vayan creciendo dentro de nuestras Organizaciones y para sacar el mayor provecho a nuestros Planes de Formación para obtener los mejores resultados,
Como bien decía Henry Ford: “Sólo hay algo peor que forma a tus empleados y que se vayan. No formarlos para que se queden”.
¿Cómo establecemos nuestro plan de formación? Lo haremos a través de un viaje donde realizaremos 4 paradas:
- Escuchar y Entender: a la Organización, a los departamentos y a las personas. Necesitamos conocer cada área de nuestra empresa, su misión, sus inquietudes, sus retos, sus dificultades, sus conflictos, cuáles son las cifras que manejan y, sobre todo, qué personas componen cada una de esas áreas, qué equipos y qué recursos.
- Analizar e Identificar: puntos clave para alinearnos con la estrategia. Esto implica identificar todos los patrones que aparecen en la información que recojamos a través de cuestionarios de detección de necesidades u otros sistemas que utilicemos en nuestras Organizaciones y darle forma.
- Comunicar y Ejecutar: ser capaces de transmitir la importancia de la formación y comunicar los puntos clave (acciones, inversión, colectivos, objetivos… También tenemos que ser capaces de dar a conocer el esfuerzo que se realiza desde la Organización y el departamento de RRHH para llevar a cabo todo este proceso de ayudar a las personas a crecer y seguir avanzando en sus puestos de trabajo, y ejecutar dicha formación para que a su vez sirva como herramienta de motivación.
- Medir y Evaluar los resultados: cómo medir el retorno de la inversión, cómo la formación impacta en el negocio y las personas. En este punto deberemos establecer los principales indicadores para nuestra Organización y modelo a aplicar. (Ej.: Modelo Kirkpatrick)
Desde la Organización debemos entender que la formación debe estar alineada con la estrategia de nuestra empresa y, por ello, la metodología a seguir debería ser una metodología experiencial para que lo aprendido se pueda aplicar en el día a día y al puesto de trabajo, lo que nos permitirá crear mejores entornos colaborativos.
Cuando nos referimos a metodología experiencial debemos aplicarlo tanto a la formación técnica como a la formación en habilidades. No debemos olvidar la parte emocional, la parte de competencias que también debemos de preocuparnos en que aprendan nuestros empleados y nosotros mismos.
Enseñemos también, a través de nuestros planes de formación, a motivar, a liderar, a delegar, a gestionar, …; Desde el Departamento de Recursos Humanos seamos proactivos, seamos impulsadores y lancemos estas formaciones en habilidades que ayuden a nuestro personal a desarrollar aquellas competencias que les sirvan para promocionar personal y profesionalmente.
Desde Psicotec, planteamos nuestros programas de formación sobre la idea de crecimiento basada sobre tres pilares competenciales (persona-equipo-liderazgo), enmarcados en nuestro enfoque metodológico PSIC: Piensa, Siente, Interioriza y Crea, que generen experiencias que impacten sobre el desarrollo de las personas.
Estamos comprometidos por partida doble con la mejora y el desarrollo competencial de las Personas. No solo identificamos a aquellos candidatos y candidatas que encajarán mejor en determinado puesto y organización, sino que apostamos por la formación y desarrollo de sus competencias personales, relacionales y de liderazgo como camino hacia la autorrealización y la vinculación profunda entre empresa y empleado
Desde RRHH debemos conseguir que el alumno piense, se despierten en él sentimientos para que pueda interiorizar lo aprendido y, a partir de ahí, pueda crear, porque tal y como dijo Confucio, “Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí”.
¿Hablamos? Ante cualquier duda sobre formación estamos a tu disposición en formacion@psicotec.es
